Quince minutos antes de la finalización del encuentro se le entrega un sobre a él o los delegados en el terreno, identificados por un chaleco blanco con una cruz verde, los cuales eligen al azar dos de ellos (uno por equipo). En otras ocasiones la actualización del conjunto les llegaban entre un año o dos años más tarde y se prolongaba el uso de la misma camiseta por más de una temporada.