El perdedor, según aseguran, fue Boca Juniors, que tuvo que adoptar nuevos colores. Según esta leyenda, recogida en ‘Siempre Conectado’, Boca vestía originariamente de celeste. Sin embargo, había otro equipo con este mismo tono en aquella época (1907) y ninguno de los dos clubes quiso dar su brazo a torcer. Unos dicen que el equipo en cuestión fue Racing de Avellaneda, mientras que otros achacan su procedencia al barrio de Almagro.