En muchos casos, cuando el partido termina en empate, se debe buscar alguna forma de que uno de los dos equipos sea considerado el ganador del encuentro, y para lograr esto existen varias formas. El final de temporada fue decisivo: Manolo Albarracín se marchaba del club tras la enésima situación institucional y convocaba elecciones. Y en 1931 derrotaría al Arenas de Guecho, que era uno de los equipos más destacados del balompié nacional, durante el «Trofeo Ayuntamiento» por cinco goles a tres.