Esta situación se prolonga hasta el año 2015 donde las jugadoras utilizan la misma indumentaria en consonancia con los hombres y las camisetas empiezan a ser presentadas oficialmente por las mismas jugadoras que representan a la institución xeneize y no por modelos o personas ajenas al club. El fútbol de carnaval no fue el único código de la época; de hecho existieron otros códigos más organizados, menos violentos e incluso que se desarrollaron fuera de las islas británicas.