La violencia en el fútbol es casi tan antigua como el deporte mismo. Sus orígenes se remontan a los encuentros de fútbol de carnaval durante la Edad Media, los cuales se caracterizaban por no tener reglas y por el uso desmedido de la violencia. Con Alemania sumida en el caos después de la Segunda Guerra Mundial, Schalke solo jugó dos partidos en 1945. Luego retomaron la regularidad y marcaron un récord en los campeonatos nacionales con una goleada 20:0 contra Spgg Herten, que habló más de la debilidad del fútbol alemán que de la habilidad de los jugadores del Schalke.