Su nombre ha pasado a ser una leyenda en la historia del deporte, y hasta el día de hoy su recuerdo permanece en peñas, calles, placas, estatuas, libros y homenajes que le dedican los amantes del fútbol. Muchos de estos ingresos se dan en puntos de venta en los alrededores de los estadios de la Copa Mundial de Fútbol. Luego en Joao Pessoa anotó un gol más, ya llevaba 999 goles y luego de no anotar en Bahía, el circo mediático se trasladó a Río de Janeiro, al Maracaná, ante el Vasco da Gama.