En verano de 2012 el club, en un comunicado oficial, anunció una reestructuración interna para adaptarse a los estándares del Fair Play financiero, con intención de garantizar la autosuficiencia y la estabilidad de la entidad. La temporada 1990/91 en la categoría de plata supuso un intento desesperado por ascender a Primera División manteniendo buena parte de la plantilla que había descendido y asumiendo riesgos más altos para la cada vez más maltrecha economía del club.